El estrés por calor afecta a las vacas de muchas maneras. Mientras que las molestias visibles pueden empezar a temperaturas moderadas en torno a los 22 grados centígrados, otros efectos que no son directamente visibles pueden empezar a temperaturas medias aún más bajas. En este Articulo, exploramos los diversos efectos del estrés por calor con la ayuda de un informe de investigación de la Universidad de Wisconsin.
Según el informe, el estrés por calor se produce cuando una vaca produce más calor del que puede liberar pasivamente. Para indicar cuándo se producen los distintos efectos del estrés por calor en las vacas, los investigadores utilizan el índice de temperatura-humedad (THI). El índice combina la temperatura ambiente y la humedad relativa (HR) para generar una puntuación. A partir de esta puntuación, se pueden identificar las distintas fases del estrés por calor. Tanto una temperatura como una humedad relativa elevadas pueden dificultar la disipación del calor en las vacas lecheras. Con una humedad relativa del 100%, no se puede evaporar el calor, lo que permite que el estrés por calor se produzca a temperaturas más bajas.
Un efecto comúnmente estudiado del estrés por calor en las vacas lecheras es la reducción de la ingesta de alimentos y de la producción de leche. Las vacas sudan y respiran más y permanecen de pie durante periodos más largos durante el día. Esto altera los patrones de descanso y deja menos energía para producir leche. Además, la vaca comerá menos y reducirá la cantidad de leche que produce para generar menos calor. El resultado es un doble impacto sobre la eficiencia alimentaria y la producción de leche.
Los estudios demuestran que el umbral moderno para la producción óptima de leche de una vaca lechera se sitúa en torno a una puntuación THI de 68. Por encima de este umbral, la producción de leche empieza a disminuir. La Universidad de Wisconsin demostró este efecto utilizando una tabla con la pérdida media de producción de leche por vaca y día. En un día con una puntuación máxima de THI de 75, se podrían perder 2,5 libras (1,1L) de producción de leche por vaca y día. Este cálculo tiene en cuenta que el THI se mantuvo por encima del umbral de 68 durante 8 horas. Reducir la exposición al estrés térmico a sólo 2 horas supondría, a su vez, una pérdida de leche un 50% menor, de alrededor de 1 libra por vaca y día (0,5L). Para ver la fórmula y los resultados de la investigación utilizados en este ejemplo, consulte el artículo completo aquí.
Además de un efecto directo, el estrés por calor también disminuirá la producción de leche de una vaca en los días posteriores. "En un estudio de 2011 realizado en la Universidad de Florida, un grupo de vacas sometidas a estrés por calor durante su periodo seco produjeron una media de 11 libras (5L) por vaca y día menos durante la lactancia posterior que las que recibieron refrigeración." Source: Dairy Cooling: The Benefits and Strategies
La fertilidad de las vacas se ve afectada durante el estrés por calor, así como en los meses posteriores, lo que hace que disminuya la tasa de inseminaciones exitosas, aumentando así el tiempo entre el parto y la concepción. Esto reduce aún más la producción total de leche y aumenta los costes de cría para el ganadero.
El estrés por calor no sólo afecta a la propia vaca, sino también a sus terneros. Los investigadores han descubierto que los terneros nacidos de vacas sometidas a estrés por calor pesan menos que aquellos cuyas madres habían recibido refrigeración. "La diferencia de peso continúa durante el periodo de destete, tras el cual los terneros de madres sometidas a estrés por calor pesan una media de 146 kg (322,8 libras), frente a los 154 kg (340,8 libras) de los terneros cuyas madres habían recibido refrigeración". Source: Dairy Cooling: The Benefits and Strategies
El estrés por calor también puede aumentar el riesgo de acidosis ruminal subaguda (SARA). En la acidosis ruminal subaguda, las bacterias del rumen de la vaca producen más ácido láctico de lo normal. Esto causa problemas en la digestión y absorción de nutrientes por parte de la vaca, lo que puede provocar pérdida de peso y deshidratación. El aumento de la cantidad de ácido láctico también afecta al organismo de forma que puede causar problemas de salud más graves.
Cuando las vacas están estresadas por el calor, permanecen más tiempo de pie, ya que esto les permite respirar más fácilmente y liberar más calor. Esto provoca una tensión adicional en las patas y pezuñas, lo que puede aumentar el riesgo de cojera y laminitis. La laminitis es una enfermedad que afecta a las pezuñas del ganado y es más frecuente en las vacas que sufren acidosis ruminal inducida por estrés por calor.
Los costes adicionales para un ganadero lechero debidos al estrés por calor pueden acumularse rápidamente. Desde la pérdida de eficiencia alimentaria y de producción de leche hasta el aumento de los costes veterinarios, de cría y de sacrificio. Si desea más información al respecto, la Universidad de Wisconsin profundiza en este tema en su informe. Por suerte, hay varias formas de prevenir el estrés por calor. Dos formas de reducir el riesgo de estrés por calor son proporcionar aire fresco mediante ventilación y crear un efecto de sensación térmica con ventiladores de circulación. Estos temas se tratan en otros artículos. Si tiene alguna pregunta sobre ventiladores o ventilación para vacas lecheras, no dude en ponerse en contacto con nosotros.
¿Busca más información sobre el estrés por calor en el ganado lechero? En esta página encontrará toda la información sobre este tema.