"¿Cómo puedo evitar las manchas de humedad en el granja lechera y cómo evito enfermedades como la infección de la ubre?" ¿Preguntas que hacen que los productores de leches se estrujen los sesos? ¡Y con razón!
La mastitis, conocida popularmente como la inflamación de las ubres, cuesta a un productor de leche una media de 460 euros al año por vaca en lactancia. En los primeros meses después del parto esto puede subir incluso a más de 900 euros (Fuente: modelo de mastitis de Heikkila y GD).
Las granjas húmedas ofrecen un clima favorable para la mastitis y otros agentes patógenos. El número de gérmenes y bacterias en la cubierta del granja debe ser lo más bajo posible. Por lo tanto, la higiene en el granja lechera es muy importante. Una ventilación óptima permite que los puestos sequen bien, lo que significa que las bacterias pueden multiplicarse de una manera menos rápida. Una menor cantidad de bacterias en el granja significa menos bacterias en los pezones y, por tanto, menos riesgo de infección de las ubres.
Si el clima en el establo no es óptimo pueden surgir otros muchos problemas, además de la mastitis, como:
Estos problemas dan como resultado una producción de leche menor con una pérdida del volumen de facturación como resultado.
Una ventilación insuficiente puede ser reconocida por una condensación excesiva y oxidación, especialmente en las vigas del granjas lechera. Las telas de araña son a menudo una indicación de un flujo de aire insuficiente. Otras señales de una ventilación insuficiente incluyen aire-amoniaco, tos excesiva o condensación visible en los lomos de los animales.
Por consiguiente, un clima estable óptimo contribuye a la salud y al rendimiento de las vacas y la granja. Una buena ventilación significa un intercambio uniforme de aire estable con el aire fresco exterior. La velocidad requerida del intercambio de aire depende de varias variables, incluyendo las condiciones del aire exterior (temperatura y humedad), la población animal y la densidad. Es sumamente importante evitar las corrientes de aire excesivas y corrientes de aire en la nave. Eso hace que las vacas sean más susceptibles a las enfermedades.
Un buen sistema de ventilación da como resultado un aire estable que es casi de la misma calidad que el aire exterior durante todo el año. Las concentraciones de amoniaco, otros gases, polvo y patógenos en el aire deben ser bajas. La humedad relativa debe ser aproximadamente tan alta como la del aire exterior. Con solo ventilación natural estos puntos básicos son difíciles de controlar, en especial en condiciones meteorológicas de frío, calor o muy variables en la primavera y otoño.
Al usar ventiladores puede garantizarse un clima estable en la nave durante todo el año, evitando enfermedades, reduciendo los costes veterinarios y manteniendo en marcha la producción. ¡Esto da como resultado un efecto positivo en el resultado de explotación!
Los ventiladores de circulación para el ganado vacuno son adecuados para servir a áreas grandes. Aquí son importantes un tiro alto y flujo de aire alto. Además, el posicionamiento de los ventiladores en el establo es importante, de manera que se impidan las manchas de humedad.
Al elegir el tipo de ventiladores usados en las granjas lecheras es importante considerar lo siguiente: